Este tipo de escritorio se reserva tradicionalmente a las damas, ya que sus numerosos cajones y recovecos permiten esconder un gran número de papeles... incluidas las notas de amor y las cartas galantes, que para estas damas son su "deleite diario". Este pequeño escritorio, que data del siglo XVIII, está hecho de jacarandá, una madera muy apreciada en ebanistería, también conocida como "madera violeta" por su tono violáceo que se vuelve marrón con el tiempo.
Se trata de una elegante chaise longue tapizada con un alto respaldo de góndola y tallas de floretes. Especialmente de moda bajo el reinado de Luis XV, este mueble de interior era utilizado principalmente por las mujeres como cama para descansar y leer.
Los muebles de esta sala muestran algunos ejemplos muy bellos de ensamblaje de la madera, que requieren un dominio de las técnicas de ebanistería y ebanistería: es lo que se conoce como marquetería. Se puede ver en las dos mesillas de noche, en la gran cómoda situada bajo el cuadro de Flore y, sobre todo, en el magnífico escritorio del siglo XVIII llamado bonheur-du-jour (¡otro mueble reservado a las damas!).