Destruidas por un incendio en 1968, las dos chimeneas fueron reconstruidas idénticamente por los Compagnons du Devoir en 1977. Fueron necesarios varios centenares de horas de trabajo. Las cuatro figuras de la parte superior de las chimeneas representan alegorías de las cuatro virtudes cardinales: por un lado, la Justicia (a la que le falta la balanza) y la Prudencia (con una serpiente); por otro, la Fuerza (con su garrote) y la Templanza (que sostiene jarras de agua y vino).
Las dos pinturas incrustadas en las chimeneas tienen un significado muy especial: una representa a Ana de Austria (esposa de Luis XIII y madre de Luis XIV) a caballo y la otra a Ana de Austria triunfante en su carroza. Se trata de réplicas de dos cuadros de Claude Déruet, el gran pintor del reinado de Luis XIII. Los originales de estos dos cuadros son mucho más pequeños y se encuentran actualmente en una colección estadounidense. Agradecemos a su propietario que nos haya permitido inspirarnos en ellos. Son perfectos para Hautefort, ya que Marie de Hautefort era una gran amiga de Ana de Austria.
Al contemplar las vidrieras de esta sala, descubrirá los escudos de armas elegidos por las familias que han poseído sucesivamente el castillo. Podrá ver el galgo de los de Born (siglo X), las fuerzas del Hautefort (del siglo XIV), la cruz anclada de los Damas (siglo XIX) y el águila con la flor de lis de los de Bastard (siglo XX).
La masividad de las dos chimeneas confirma el objetivo de esta sala: deslumbrar a los invitados del marqués hasta el punto de olvidar a veces ciertas reglas elementales... Dos chimeneas abiertas enfrentadas en la misma sala no pueden funcionar al mismo tiempo sin correr el riesgo de ahumar todo el espacio. Así pues, se dio claramente prioridad a la estética majestuosa de la sala antes que a su confort en invierno.